El Aleph. Jorge Luis Borges.
(La reseña a este libro la puedes encontrar aquí)
No se bien cuando comencé a escuchar a «Borges» mencionado por todos lados. Sé que comenzó cuando recién me animé a escribir las primeras tonterías. Tengo el vago recuerdo de saber quién dio la primera recomendación del autor, pero me niego a cometer un error y me reservo ese dato. Ahora son tantas las sugerencias (y de manera constante) que recibo que también me niego a publicar la amplia lista de personas. Sin embargo, quiero hacer énfasis en una de las últimas recomendaciones de Borges, la más poderosa, esa que me volcó a buscar El Aleph y darme la oportunidad de leerlo con calma pero cuanto antes: Christian Acosta con su Otro viejo y otro mar me conmovió mucho, al grado de correr a anotar la recomendación y (como una nueva modalidad) tomar nota de donde venía para, en estas lineas, dar el correcto agradecimiento. Con suerte también lo repetiré al final, en la reseña completa, por lo cual no puedo esperar para comenzar a leer.
Pero antes ¿quién ya lo ha leído? ¿Alguna recomendación o consejo?
#SiembraUnLibro Cuarto libro
Con las cosas tan delicadas con USA no está de más dar una recordada sobre esos lazos que nos unen, mucho mejor si es de la mano de divertidas historias que, como explico en la nota, está llenas de reflexiones sobre diversos aspectos importantes de la vida. Una buena manera de enganchar a alguien con la lectura, al menos eso me parece.
Gringo viejo es de los primeros libros que leí de Carlos Fuentes (aquí pueden leer la reseña), aunque ya había pasado por Aura en su momento ese me pareció un estupendo libro. Claro, luego llegó a mis manos La región más transparente y me fascinó, a la fecha el mejor libro de Fuentes que he leído. Y no regalo ese libro solo porque me gustó muchísimo y no me quiero desprender de él jajaja
Espero llegue a buenas manos en este #SiembraUnLibro y logre apasionar al lector tanto como en mí lo hizo.
Extracto. El genocidio como práctica social.
«La necesidad de tipificar el delito de genocidio se volvió imprescindible luego de que la propia Europa se sintiera conmocionada internamente por el paroxismo de las prácticas genocidas, que no la habían alarmado tanto cuando se trataba de pueblos coloniales.»
Daniel Feierstein. El genocidio como práctica social.
Fue la época, debemos aceptarlo. La mejor idea que se les pudo ocurrir o solo las acciones sin freno en base a las condiciones existentes. Nunca sabremos bien a bien porque las acciones en el «nuevo continente» no afectaron tanto a comparación de lo ocurrió tras la segunda guerra mundial, aunque debemos tener en cuenta los medios de comunicación.
Es imposible no condenar el pasado pero es nuestra obligación no vivir anclados a él, sobreponernos y seguir adelante. Supongo ese debería ser el discurso del autor, dejarnos de lamentos y continuar con el buen discurso que lleva en aras de una buena tipificación de este delito y buscar no repetir más estos horrores.
Inconcluso. El rey viejo.
(Los comentarios iniciales los puedes encontrar aquí)
Imposible, no pude más con tanta lambisconería, exaltación sin fundamentos y una historia centralizada en un personaje que no goza de mi simpatía y el cuál no entretiene en esta historia tomada como independiente. Y hago énfasis en lo último pues era solamente así como sería posible seguir con la lectura y no dejarme llevar por el prejuicio, tratando de ignorar mi repulsión y verlo como eso, algo extra, un anexo de ese personaje que conozco tan poco y detesto tanto.
Venustiano Carranza es elevado a casi el nivel de un semi-dios en esta historia, en la cual se pretende narrar sus últimos momentos como presidente de la nación y como personaje vivo en este mundo. Dejo de ser ambas cosas en un hecho como los más en México, una traición, se le eliminó porque dejó de servir a ciertos intereses y, desde mi peculiar óptica, se le terminó el oportunismo y la habilidad para jugar con el viento a favor.
Nuevas adquisiciones. Libros usados.
Y en la nueva sección «las aventuras del Esagui», bueno no, solo por falta de tiempo no fue así.
Mi pasión por los libros creo quedó demostrada desde el momento en que decidí abrir un blog para intentar contagiar a más personas con esa pasión. Pero pocas veces hablo de otra cosa que no sean los libros en curso y la opinión de los recién terminados.
Hoy, ando muy de buenas y creo es momento de aguantar las endorfinas del Tío Esagui.
Encontrar nuevos libros con interesantes aventuras o información relevante dentro siempre es algo que me pone de buenas. Hoy perdí casi todo el día en la ciudad de Guadalajara, estuve rondando de un lado a otro con muchos «asuntos varios» pero, dentro de ese caos, intenté darme un momento para mí, un relax y velo viaje.
Dentro de la ciudad tengo ubicadas a las más grandes y mejores librerías, me encanta perderme entre sus estantes y si me es posible salir con varios libros bajo el brazo. Pero en estos momentos de mi vida estoy pasando por serios problemas económicos… lo que no me impide ser creativo para conseguir material para leer… y al menos así despejarme de esta cruel realidad.
También tengo ubicada una genial librería de material usado, lo que significa grandes precios pero más importante y divertido aun, toda una aventura. Leer más…
Fin. La muerte de Artemio Cruz.
(Los comentarios iniciales los puedes encontrar aquí)
«Artemio Cruz ha muerto, estoy de luto.» Fue el tuit que hice en cuanto terminé el libro. Algo que ya esperaba, se venía venir, era inevitable, caray ¡lo dice el título el libro! pero yo no quería que muriera ese viejito cabrón.
Con una historia “sencilla”, el libro comienza narrándonos los últimos momentos del personaje Artemio Cruz. Nos sumerge dentro de su anciana, soberbia y muy interesante mente para, en vista del escabroso final que se acerca, hacer un repaso de nuestra vida ¡su vida! ¿Y así conseguir la paz? Creo nadie sabe si lo anterior es cierto, ni el mismo personaje con el que vivimos todo esto. Como pocos libros debemos vivirlo, debemos leerlo, descubrirnos parte de la historia para así entender ¿estamos satisfechos con nuestra vida?
Fin. Gringo viejo.
(Los comentarios iniciales los puedes encontrar aquí)
Decía en mis comentarios iniciales que éste era mi primer «Carlos Fuentes» pero no, hace poco, si no me falla la memoria de nuevo, por ahí de año nuevo leí rápidamente aura, libro corto, sencillo y genial. Hoy, después de esta estupenda lectura re-descubro la genialidad de Fuentes.
Un libro que no es una historia, eso es secundario. El libro es una serie de frases, cientos de párrafos repletos de reflexiones sobre la vida, la muerte, el amor, la tristeza, la añoranza y más, una vida resumida en pocas páginas, un país dibujado fácilmente, su gente narrada magistralmente. Carlos Fuentes no solo nos deja con la sensación de haber creado un libro íntimo, donde nos confía muchos de pensamientos, es algo más, algo que no sé expresar pues para mi tuvo un significado y tengo la seguridad que cada lector encontrara un mensaje diferente. En definitiva, un libro que debe leerse.
Extracto. Gringo viejo.
«-¡Oh el desperdicio, el horror de la prodigalidad, el gasto idólatra de los frutos del Señor en una masa barroca de hoja dorada en cada rincón del altar, los muros esculpidos, los relieves dorados de higos y manzanas y querubes y trompetas, la diarrea del oro mexicano y español en medio de un desierto de polvo y puercos y espinas y pies descalzos y ropas rasgadas y sacrificios quemados!»
Carlos Fuentes. Gringo Viejo.
Uno de mis grandes problemas con la religión en este país. En este lugar de jodidos, lleno acabados lastimeros y ellos viviendo en la más vulgar opulencia. Inhóspitos lugares, abandonados de la mano de Dios y el gobierno, solo apoyados por su propia gente y aún tienen la fuerza para imponer el altar más grande para… nunca he podido descubrir que es lo que buscan.
Extracto. Gringo viejo.
«Alguien afligido con una enfermedad dolorosa o repugnante, alguien que se ha deshonrado, alguien irremediablemente entregado a la botella, alguien… ¿por qué no honrarlos cuando se suicidan, honrarlos tanto como al valiente soldado o al abnegado bombero?»
Carlos Fuentes. Gringo viejo.
Exacto ¿por qué no? Siempre rondé una idea similar, pero fue (es, desde ahora) hasta que leí a Fuentes que tomo prestada está frase que responde a mis inquietudes. Fenomenal libro un extracto de muchos que por poco se han librado de ser publicados aquí.