Fin. Los cimientos del cielo.
(Los comentarios iniciales los puedes encontrar aquí)
Mi amor por los libros nació antes que mi amor por la patria. No es que la escuela no me enseñara nada, o no supiera apreciar el precioso país donde vivo. Abrir los ojos, se presentó cuando comencé a leer a los historiadores, la manera en que se expresan de este país, las bellezas que describen, pero sobre todo saber los errores que cometimos y actualmente seguimos repitiendo, tristemente hasta la eternidad, al menos eso parece.
Son muchos a los que he leído; algunos mediocres enclaustrados en el pasado, otros tercos en culpar de todo a la religión, pocos extranjeros descubiertos por accidentes afortunados, muchos «desmitificadores» que aprovechan cualquier nuevo dato para así tergiversarlo y presentar «un nuevo» material, y claro, muchos excepcionales a los que vale la pena seguir, escriban lo que escriban.
A Juan Miguel Zunzunegui lo conocí viniendo de un remedo de historiador, aquel que cree haber estado entre las sabanas de los personajes nacionales. Bajo una saga increíble, guiado por el nacionalismo creciente «El misterio del Águila» y su «conspiración» sobre el proceso de independencia nacional me atraparon irremediablemente.
A diferencia de otros historiadores aquí, desde el inicio comprendí que estos libros son una novela histórica, es decir una narración de personajes e historia ficticios cuadrados a hechos y personajes reales, una nueva manera de enseñar historia. De las primeras que leí y la que a la fecha me ha enganchado más. Aquí podrán leer sobre el tercer libro y un poco sobre toda la saga.
Extracto. Los cimientos del cielo.
«Coyolxauhqui, representada en una magnífica escultura circular, yacía al pie del nuevo Gran Templo, para representar en cada sacrificio la lucha que libro Huitzilopochtli, en el que él surgió armado y victorioso del vientre de su madre Coatlicue, luchó contra su hermana y la arrojó por la montaña, a cuyos pies quedó muerta y desmembrada.
Ahora el Templo Mayor representaba aquel cerro de Coatepec.
Coyolxauhqui estaba postrada en la base en señal de su derrota. Y los cuerpos de los sacrificados eran arrojados por las escalinatas, siempre con manchas y hedor a sangre, para representar la caída de las fuerzas malignas. Toda una ceremonia dedicada a la vida.»
Juan Miguel Zunzunegui. Los cimientos del cielo.
Historia cruda sobre los Mexicas. ¡Y aún así la SEP se las ingenia para hacer sus libros aburridos!
Esta es una excelente muestra de porque me gusta tanto leer a este autor, llenos de información que poco se conoce. Divertida y sangrienta!!! muajaja y de paso demostrando una posible explicación a los sacrificios humanos…claro, imposible de comprobar, pero interesante ¡no lo nieguen!
Los cimientos del cielo. Juan Miguel Zunzunegui.
(La reseña a este libro la puedes encontrar aquí)
Juan Manuel Zunzunegui, un escritor de lo más peculiar, como pocos he conocido. El primer acercamiento que tuve con él fue la FIL de Guadalajara 2011, donde presentaba el cierre de su trilogía El misterio del águila. Una conferencia bastante interesante, a tal punto que un par de amigos que me acompañaron decidieron comenzar con la trilogía, incluso algunos de animaron con otros pequeños textos que tiene al autor.
Su siguiente libro Los mitos que nos dieron traumas lo esperaba con mucha emoción, pues tenía una curiosa mezcla de temas que me apasionan, la historia con la psicología del mexicano. Sumándole a esto que Violetta se intereso de inmediato por el libro. Psicóloga y curiosa con la historia nacional, vio aquí también, una excelentes combinación para adentrarse con el autor del que tanto le había hablado.
Lastima, el libro no lleno mis expectativas y me dejo confundido con la linea de trabajo del autor. En el link anterior pueden ver mi critica completa y algunos comentarios bastante interesantes sobre ese libro.
Los 7 pecados de la lectura.
Ya son muchas las veces que en mi revisión de blog’s matutina me encuentro con títulos similares, y con entradas tan variadas como creadores de éstas.
Al parecer todo tiene que ver con una especie de premio…que en realidad es una simple cadena para ir plagando por toda la red esta dinámica…nadie me quiere y nadie me la ha enviado, así que me la auto-regalo yo, si no me quiero yo ¿entonces quién? jajaja
La idea es simple, tomar los pecados capitales y aplicarlos al mundo de la lectura, acompañado de una breve explicación. Debo admitir que es interesante y divertido, aunque al momento de aplicarlo si me complique mucho. Aquí el resultado:
FIL. Última semana.
Nota: Para hacer más fácil la lectura a tan largo texto, mencionare los temas principales, así si lo deseas, puedes ir al de tu interés de manera más rápida.
Firma de Libros Xavier Velasco
Conferencia Raquel Castro
Conferencia Bernardo Fernández
Presentación «Los de abajo»
Conferencia Jis y Trino. Santos contra la Tetona Mendoza
Presentación «Me llaman la Tequilera»
Conferencia ¿Cuál es la verdadera historia de México? Miguel Zunzunegui y Leopoldo Mendívil
Venta Nocturna
Enfrentamiento entre manifestantes y policías.
Intro a «Los mitos que nos dieron traumas»
¡Uff!, este título me sonó, desde la primera vez que lo escuché, a que iba a vender muchos ejemplares, del montón de mexicanos que proyectarían sus traumas y esperanzas en un libro de superación personal, perdón, de superación del pasado, cita el autor como subtitulo (“México en el diván: cinco sesiones para superar el pasado”), evidentemente me pareció divertidísimo el titulo, puesto que, he de contextualizarlos, he leído un par de obras del autor y me han parecido geniales, dada la genial acidez de su humor y toque sarcástico que brinda en sus letras. El Doctor Juan Miguel Zunzunegui además tiene cierto encanto en la redacción para entretejer la mente del lector junto con la de los personajes, y terminas sintiendo lo que ellos, comiendo lo que ellos, y pensando lo que ellos…
En esta ocasión me vi un poco decepcionada de la obra, no por ser mala si no porque esperaba mucho más. Pero antes de dar mi opinión respecto al libro dejo un enlace de este mismo blog en el cual Igdian habla del libro desde el contexto histórico en el cual no profundizaré ya que mi idea es más que hablar de la psicologia del mexicano, tema gastadisimo, surcido y resurcido, mostrar los panoramas diversos que existen sobre el punto descrito en el libro desde diversos autores antaños a Zunzunegui. y permitir a uds. formarse una opinion propia no solo
del libro sino de la realidad del imaginario social mexicano.
Recomiendo revisen la crítica de Igdian que menciono antes de la mia, la cual esta ya cocinándose en estos instantes para subir en breve.
TU IMAGEN EN EL VIENTO
Hace dos semanas aproximadamente leia la segunda parte de la trilogia de la independencia de Zunzunegui, llegué a un punto del empalagamiento de tanta historia y decidi posponer la lectura (y valla que no me gusta dejar libros a la mitad pero el ego de Zunzu de verdad me hartó y lo dejé castigado en la repisa). Lo cerré con unas ganas de leer un libro de verdad, uno que me apasionara, que me enganchara casi tanto como «Diablo Guardián» de Xavier Velazco, busque en el librero con tres opciones «doña Perfecta», «la piedra lunar», y «tu imagen en el viento». Esagui, el otro administrador del blog me recomendó el ultimo.
Tu imagen en el viento lo encontré en un tianguis de Atotonilco, $25, usado, gastado, me gustó…
Fin. Los mitos que nos dieron traumas.
Zunzunegui es un autor que me impresiono bastante con su última trilogía, me parecieron unas excelentes novelas que se apoyaron en datos reales, para contar su historia fantástica, siempre respetando a «raja tabla» los datos históricos y cuadrando «su historia» con la historia «oficial», si a esto le sumamos que el nunca hizo llamar a sus libros como «libros históricos», si no como lo que es, una «novela histórica», me termino de parecer un excelente autor. Ya que poco antes de conocer al autor, había tenido pésimas experiencias con otros autores como Francisco Martín Moreno…que de eso hablare en otra ocasión.
Este libro llevaba un par de meses en las librerías, sin embargo con la cercanía de la FIL me negaba a adquirir el ejemplar, pues me hubiese gustado comprarlo en ese evento y de paso conseguir la firma del autor. Pero una visita relámpago a Guadalajara y el hecho de quedarme muchas horas solo y abandonado en casa ajena, me hicieron pensar en adquirir un libro pequeño, sencillo y que me gustara, que mejor elección que este. También debemos agregar las «presiones» de Vi0letta quien también se a convertido en admiradora del autor y que ahora que lo recuerdo, la firma del libro sera para ella (¡maldita!). Vi0letta deseaba adquirir este libro, por la temática psicológica que manejaría, ya que sería un excelente ejercicio para el blog, quizás el primero que mostremos, donde yo manejaría la critica y los comentarios sobre el libro desde la perspectiva literaria e histórica, mientras que ella se movería por la zona psicológica y claro también su opinión literaria.
México es un país derrotista, no me cabe la menor duda, tengo la esperanza y casi certeza que a cualquier persona que lea mas de 3 libros por año tendrá opiniones similares, pero claro, mezcladas con el optimismo de que podremos salir adelante. Pero aún así, la gran mayoría nos sentimos conquistados, somos derrotistas, celosos y desconfiados, y claro alguna explicación deberá de tener este comportamiento. Esa es la idea de este libro, analizar estas situaciones y ver cuales más se desprenden para estudiarlas, analizarlas y darle solución en sesiones psicoterapeuticas…puff desde ahí mal, desde mi punto de vista (psicología muy…pero muy básica, dejare Vi0letta hable mejor sobre el tema) las «sesiones» son de lo mas básicas y sin sentido, llego el momento en que me sentía en una escenografía y guión de «novela de televisa», se ven venir los diálogos, las respuestas un poco forzadas e incluso hasta repetitivos, algunas veces me sentía en un deja vu, como haber visto ese «sketch» en algún otro lugar. Pero insisto, ahora que me siento mas vigilado, dejare ese tema a los que saben.
En los datos históricos, como siempre en Zunzunegui, bien fundados y respetados al pie de la letra, incluye ciertas opiniones personales que no tergiversan los datos crudos, por lo cual no pude estar más contento al respecto, debo admitir que ciertas páginas me causaron conmoción pues eran datos que desconocía o de los cuales no había profundizado lo suficiente, pero luego de una investigación comprobé que todo estaba en orden. Aún así, quedan en el aire dos o tres datos más que aún sigo en investigación, todos referentes a lo «buena onda» de Hernán Cortes, estoy de acuerdo en que el padre de México no es el hombre malvado que la SEP nos quiere pintar, sin embargo, la lucha a favor los derechos de los indígenas, su vida «pasiva» después de establecida la conquista, y ciertas problemáticas que tuvo en España con el Rey (conozco muchas de las mencionadas, pero algunas de las mencionadas en el libro me parecen algo exageradas), me lleno de dudas, me hacen repasar los libros de Hugh Thomas, pero hoy por hoy, sigo con la duda, y hasta no encontrar datos que refuten o afirmen lo dicho ahí, me seguirán pareciendo exageraciones por parte del autor.
De ahí en más es bastante interesante la perspectiva que toma a la hora de contar la historia, no hace reflexionar y entender algunas de las conductas que tenemos hoy en día, y el porque tenemos semejantes lastres que no nos permiten seguir adelante, buen trabajo en este sentido.
En lo literario, puff…me desespero bastante el sentimiento de deja vu que vivía a cada instante y me molesto mucho mas comprobar que no era solo sentimiento. Algunos párrafos fueron literalmente copiados y pegados en distintas partes del libro, unos íntegros mientras otros con palabras más, palabras menos. Muchos temas fueron repetidos constantemente, es decir, le dio la vuelta al mismo tema, una y otra vez, en diferentes secciones, incluso cuando ya hablaba de la independencia o de la revolución tocaba temas de la conquista, con los mismos argumentos, repitiéndote, supongo que por si no te quedo claro, la misma historia. Ser el pueblo conquistador, no el conquistado, fue el argumento preferido, lo ves cada dos o tres páginas y te hace cansado estar escuchando las mismas razones tantas veces, me sentía como dialogar con un borracho, francamente fue frustrante, a tal punto que llegue a sentirme como leyendo a Francisco Martín Moreno, pues él tiene la manía de repetirte constantemente en todos sus libros y en todas sus páginas, que la iglesia es la culpable de todos los males que aquejaron y aquejan a este país, pues bien, Zunzunegui cayo en el mismo problema, defendiendo repitiendo a cada instante sus argumentos, ya no una idea, si no, eso que el considera se nos debe grabar en la mente cual si fuera piedra.
¿Lo recomendaría?
Claro.
Que mejor que el autor para dar publicidad y así fue. Estuve checando algunos tuits de Zunzunegui, donde retuiteaba a personas que ya lo habían leído y hubo uno en especial que se me quedo muy grabado, menciona que este libro se quedo ya como su biblia. Mmm…no comparto esta opinión, es muy bueno no cabe duda, pero también tiene sus grandes fallas, los psicológico queda a un nivel muy básico, los datos estas interesantes pero hasta ahí, siento que falta demasiada información para poderle dar un correcto contexto y el hecho de hacerlo repetitivo termina por matarlo.
Sin embargo, sería ideal que todo Mexicano lo leyera alguna vez en su vida, tiene ciertos argumentos que quizás puedan cambiar nuestra forma de ver la vida y el futuro como nación y como individuo, sin caer en ser libro de auto ayuda. El Mexicano tiene grandes complejos históricos que lo frenan a sacar todo su potencial y esta es una genial obra ayudar a superarlos.
Extracto. Los mitos que nos dieron traumas.
«Para este protestante y su nueva ética, impregnada del espíritu del capitalismo y las nuevas necesidades de una nueva era, la visión de la riqueza es completamente distinta a la del catolicismo: si Dios te muestra un camino en el que puedes legalmente obtener más riqueza que en otro, no tomarlo sería prácticamente desobedecer a Dios y quedar fuera de su nuevo pacto civilizador.»
Juan Miguel Zunzunegui. Los mitos que nos dieron traumas.